Te creés que podés juzgar a los demás, en el peor de los casos denigrarlos porque los considerás peores, diferentes, en fin, algo que entra, según tus criterios, en el grupo de "malo" (así de multilateral como es el adjetivo). Y si no, seguro conocés quienes lo hacen y te parece si no bien, al menos lo más natural.
NO.
Con todo lo que soy (una flaca cualquiera), me atrevo a decirte que no, no lo sos y nunca lo vas a ser, poruqe ni siquiera te das el lujo de buscar un motivo para juzgar como juzgás. O para creerte digno de ser juez. Me refiero a que el hecho de vivir en un victorianismo del cual sos el centro, de tener tu propio mundito de hipócritas decapitados del que te sentís en control no te hace mejor.
A fin de cuentas, ¿no deberíamos medir quién es más feliz, en vez de quién es más nombrado?
Me podrás decir que aquellos que no siguen tu juego te tienen que sufrir, ¿sabés qué? A ellos, al menos a quienes lo valen, les parece perfecto. No, no te apoyan (o dicen apoyarte) como marionetas, sino que les es sencillísimo ignorarte; por eso mismo eligen hacerlo.
No digo que ninguno sea mejor, (ok, admito que prefiero a los que defiendo -duh!- pero tengo que ser imparcial) sólo es una elección que todos hacemos en algpun momento, más o menos decididos:
¿Ser aceptaddo por todos, o sentir total libertad?
-Lau
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